
Nos hallamos ante el arcano mayor de La Templanza, la carta más espiritual del tarot, que vincula la vida terrenal con la angelical. En ella podemos observar a un ángel vestido de blanco y sus alas rojizas para indicarnos que su espiritualidad está bastante arraigada a lo terrenal. En la frente luce un sol, que representa su iluminación e inspiración. Su cabeza está rodeada de un aura sobrenatural y en el pecho luce un cuadrado que encierra un triángulo, símbolo teosófico del septenario o los siete principios del hombre, indicándonos que esta figura es a la vez divina y humana.
Esta carta del tarot, sostiene en las manos sostiene dos copas, y va pasando agua de la copa en la mano izquierda a la copa de la mano derecha. Esa agua, la esencia de la vida, parece pasar de una copa a otra de forma casi mágica y representa como la verdadera sabiduría radica en pasar de un reino a otro de lo espiritual a lo material, sin perder nada ni vacilar en el proceso. A quién no tiene este don, es verdad que esta habilidad le puede parecer mágica.
La templanza en el amor
El arcano mayor de La Templanza en el amor es una carta muy positiva. Nos indica la necesidad de estar junto a nuestra pareja, la confianza y buena comunicación.
Si en general este arcano en general significa la paciencia, la moderación, la tenacidad, en el amor significa que hemos aprendido de nuestras experiencias, ya sean buenas o malas. Hemos cambiado la actitud respecto al amor, hemos interiorizado todo lo que nos ha pasado y nos ha hecho abrir la mente a otras perspectivas. Necesitamos un amor tranquilo, fiable, equilibrado, sin peleas, con adaptación, con amistad y mucha ternura.
Si no tenemos pareja nos indica que hemos conseguido aprender de nuestros fracasos. Cuando fracasamos en una relación, siempre es para aprender. Nos guste o no, aprendemos lo que no queremos en nuestra vida y nos prepara para la siguiente relación. La Templanza nos dice que nuestro próximo amor, será tranquilo, bonito y tendremos una pareja en la que podremos confiar y tener la comunicación como con un amigo.
Si ya tenemos pareja es una bonita carta. La Templanza en el amor nos determina que tenemos momentos agradables y estables. Nos invita a que nos valoremos los suficiente para que la pareja también nos valore y nos dice que podemos confiar uno en el otro.
La carta de La Templanza en el tarot
Algo parecido les pasa a los pies del ángel, uno está en la tierra y otro en el agua, es decir un pie en el consciente y otro en el inconsciente. Partiendo de la orilla donde el ángel se haya, hay un sendero que concluye en dos montañas, y entre ellas una luz que se asemeja a una corona. Estas dos montañas son como las columnas de sabiduría de la Sacerdotisa, la luz transformada en corona indica el triunfo de aquél que cuida su espiritualidad sin olvidar lo material. El hecho de que esté al final de un camino nos dice que nuestra espiritualidad siempre tiene un camino hacia el exterior.
La Templanza nos enseña a huir de los extremos, a no ser racionalista puro, ni desconectarnos de lo real. Sólo templando nuestras dos naturalezas podemos conseguir saber quiénes somos y a dónde vamos. Nos aconseja que la combinación de los extremos y no nos dejemos llevar sólo por nuestras creencias.

Su planeta es Saturno, su signo Sagitario y su elemento el fuego
En posición normal es necesidad de paciencia y moderación, buena salud física y mental, huir de los extremos, relación feliz y equilibrada con la pareja o con amigos, sensatez, tranquilidad, versatilidad, adaptabilidad, necesidad de cooperar con otros y de escuchar sus consejos, apertura de mente, rechazo al fanatismo, consejo de llevar una vida estable, consolidación.
En posición invertida es impaciencia, necesidad de pararse y reconsiderar, energía mal gastada, falta de moderación y de prudencia, persona extremista o exagerada y poco flexible, estrés, ausencia de planificación, necesidad de tener buenas ideas, salud mal cuidada, excesos.
Personalmente es el ángel de la guarda, es la paciencia, las amistades, y las comunicaciones.